lunes, abril 17, 2006

OTRA PREGUNTA




¿En que sentido para Kant el sentimiento de lo bello es subjetivo y desinteresado, con lo cual se reafirmaría la condición autónoma de la obra de arte moderna?

En la primera sección de “La Crítica de la facultad de juzgar”; Analítica del juicio estético, Kant se refiere al medio por el cual logramos discernir si algo es bello o no, o el sentimiento de placer o displacer que lo anticipa.
Es en este sentimiento donde se cumplen las condiciones del juicio reflexivo, destinado a explicar la dependencia de lo singular respecto a lo general o universal - el hecho subsumirlo bajo la regla -, vale decir, la sumisión del juicio estético o de gusto en la teleología de la naturaleza.
El sentimiento de lo bello según Kant es subjetivo en el sentido en que el sujeto, en el sentimiento de placer o displacer, se siente a sí mismo tal como es afectado por la representación, o sea, la representación es referida enteramente al sujeto aportando por completo a su complacencia; a su facultad de juzgar de manera singular y no aportando con ello en nada al conocimiento. No existen objetos bellos ni sublimes, esto es siempre una relación, un sentimiento de placer personal que es desinteresado.
“La belleza es la forma de la finalidad de un objeto en cuanto ésta es percibida sin la representación de un fin”. El objeto que se juzga como bello es gratuito, no precisa de explicación ni utilidad:
"es una finalidad sin fin”.
Es aquella complacencia ligada a la facultad de desear, y no a sí a la sola contemplación de la cosa, la que imposibilita la existencia del juicio de gusto. Es preciso, para lograr tal juicio sobre la belleza, no depender de la existencia del objeto o estar predispuesto a favor de ella, sino ser enteramente indiferente a este.
Entonces, el placer estético nada tiene que ver con el deseo en la existencia de la cosa, sino que solamente con su representación, por eso el sentimiento de lo bello es desinteresado.
Este pensamiento Kantiano de la subjetividad del sentimiento estético es similar al de Schiller en sus “Cartas sobre la educación estética”, en la cual plantea que la belleza es únicamente en tanto experimentamos alguna sensación de ella. Expresando que esta existe en la plenitud realizada de un hombre antes que en la propia realidad natural.
Con el romanticismo cambia de estatuto el arte moderno, siendo la insatisfacción una de las principales características del hombre y la sociedad de esta época. La vida moderna se vuelve paulatinamente abstracta, siendo lo bello y lo sublime del arte dos sentimientos que se deben cultivar a través de la independencia y la autonomía de la vida. La condición autónoma de la obra de arte moderna se logra a partir de este rompimiento con el deseo, con la funcionalidad que antes la subordinaba. Es el desinterés y la no ambición de algún contenido lo que caracterizaría - a gigantescos rasgos - al arte moderno.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Picasso disse: "Todos nós sabemos que a arte não é a verdade. A arte é uma mentira que nos ensina a compreender a verdade, pelo menos aquela verdade que nós, como homens, somos capazes de compreender".

Anónimo dijo...

Bogotá

Kant prohibe expresamente considerar un objeto de arte como motivo desencadenante de lo bello. La estética de Kant no se ocupa del arte como tal. Habría que empujar el comentario hacia de qué modo indirecto el desinterés y la autonomía coinciden el algún motivo fundante que determne alguna dirección para la creación de las obras de arte. Sobre esto Gadamer, por ejemplo, es muy crítico y considera "fatal" la influencia de la teoría de Kant en las artes.