martes, abril 25, 2006

DEL HAMBRE Y EL ESPANTO

No fue por su tristeza de ángel mal parido
que le insultó la carne y le abofeteó los mil y un recuerdos
de una infancia calurosa, por días repletos de sí.

No fue por su inocencia de diabla prematura
que hizo de vuestro desencuentro un pretexto de hojas secas
y perpetuó el silencio que de antemano los condenaba.

Excusas que escribieron con lo que quedó de aquellas ramas,
con lo que quedó de esos dos árboles
dispuestos a ceder.
Y eternizados sin descaro
en la incestuosa torpeza de la noche.

Una ansiedad de siglos
imposible de engendrarse en la ternura;
es la marca del hambre y el espanto,
de la frustración de hermanos en estupro y rebeldía.

Pero a pesar de aquel espanto
en la tensión acuosa de otros tiempos,
el hambre y el pavor no dejaron de mezclarse.

Y no hubo culpa en el atropello de otras noches,
ebrias del dolor sin fruto que ocasiona lo vedado,
en el vendaval de ajenos malestares.

Reproches que terminarán anclando sus conciencias
perpetuando el silencio que los condenaba de antemano.



domingo, abril 23, 2006

NOSTALGIA DE LA AGRIPNIA (Bosquejo)






















Pintura: Atenea, Venus y Juno. Hans Von Aachen 1593

ELIMINADO POR MALO

jueves, abril 20, 2006

TENTACIÓN LITERARIA

Antes de devorarte las entrañas….pensativo

Antes de ofenderte de gesto y de palabra

Antes de derribarte en las mañanas


Valoraré tu locura…suicida

esa indiscutible propensión a la poesía

el árbol que te crece por la boca

con raíces engendradas en el cielo

martes, abril 18, 2006

PSICOANÁLISIS BREVE E INQUISIDOR


Pintura: Electra y sus hermanas
en la tumba de Agamenón.
Autor por investigar.
A Coté


Eras la muchacha del umbral
del rezo y del gemido vergonzante
La anemia insaciable de un corto tiempo
repetido infinitas veces

Te disfrazaste de Alondra
una mañana gris y tormentosa
(el sol tuvo envidia de tus cabellos dorados)
y ni un sólo ser logro ver tu hazaña
se la confiaste a los muertos
espectadores del mundo
según me dijiste
tratando de justificar una vez más la condena

Es que nunca fuiste la madre
amiga mía
pues la memoria no prescinde de lo involuntario
y en esas diminutas mentes que tanto lloraste
fuiste más olvido que dolor
un recuerdo condicionado y torpemente perfectible

Por que sólo fuiste la hermana celadora
y la hija pródiga
de las que tanto habíamos advertido
por eso aquellos gatos miserables
prefirieron el tejado a tus caricias

lunes, abril 17, 2006

OTRA PREGUNTA




¿En que sentido para Kant el sentimiento de lo bello es subjetivo y desinteresado, con lo cual se reafirmaría la condición autónoma de la obra de arte moderna?

En la primera sección de “La Crítica de la facultad de juzgar”; Analítica del juicio estético, Kant se refiere al medio por el cual logramos discernir si algo es bello o no, o el sentimiento de placer o displacer que lo anticipa.
Es en este sentimiento donde se cumplen las condiciones del juicio reflexivo, destinado a explicar la dependencia de lo singular respecto a lo general o universal - el hecho subsumirlo bajo la regla -, vale decir, la sumisión del juicio estético o de gusto en la teleología de la naturaleza.
El sentimiento de lo bello según Kant es subjetivo en el sentido en que el sujeto, en el sentimiento de placer o displacer, se siente a sí mismo tal como es afectado por la representación, o sea, la representación es referida enteramente al sujeto aportando por completo a su complacencia; a su facultad de juzgar de manera singular y no aportando con ello en nada al conocimiento. No existen objetos bellos ni sublimes, esto es siempre una relación, un sentimiento de placer personal que es desinteresado.
“La belleza es la forma de la finalidad de un objeto en cuanto ésta es percibida sin la representación de un fin”. El objeto que se juzga como bello es gratuito, no precisa de explicación ni utilidad:
"es una finalidad sin fin”.
Es aquella complacencia ligada a la facultad de desear, y no a sí a la sola contemplación de la cosa, la que imposibilita la existencia del juicio de gusto. Es preciso, para lograr tal juicio sobre la belleza, no depender de la existencia del objeto o estar predispuesto a favor de ella, sino ser enteramente indiferente a este.
Entonces, el placer estético nada tiene que ver con el deseo en la existencia de la cosa, sino que solamente con su representación, por eso el sentimiento de lo bello es desinteresado.
Este pensamiento Kantiano de la subjetividad del sentimiento estético es similar al de Schiller en sus “Cartas sobre la educación estética”, en la cual plantea que la belleza es únicamente en tanto experimentamos alguna sensación de ella. Expresando que esta existe en la plenitud realizada de un hombre antes que en la propia realidad natural.
Con el romanticismo cambia de estatuto el arte moderno, siendo la insatisfacción una de las principales características del hombre y la sociedad de esta época. La vida moderna se vuelve paulatinamente abstracta, siendo lo bello y lo sublime del arte dos sentimientos que se deben cultivar a través de la independencia y la autonomía de la vida. La condición autónoma de la obra de arte moderna se logra a partir de este rompimiento con el deseo, con la funcionalidad que antes la subordinaba. Es el desinterés y la no ambición de algún contenido lo que caracterizaría - a gigantescos rasgos - al arte moderno.

MEMORIA A LA INTERPERIE

A nosotros que seremos los de antes


También nos hallamos pequeños
entre las sobras postreras de los de antes
de aquellos que sin temblar
en el poderoso halo de la atmósfera
hicieron del vértigo su tiempo e historia
con la mirada satisfecha
y fija
hacia la luz inalcanzable de los rayos

Y no fue la altura su única esperanza
de albergues y espirales montañosos
duros como la piedra nupcial del cielo y las cosechas
de la muerte y el orgulloso incesto

Fue el abismo de la tierra con su espesura
en el manantial del vértigo hacia abajo
y la memoria con sus fértiles palabras
lo que le dio el fulgor a esta patria eterna
a la intemperie
la que con la geología perdida en costumbres y escaleras
hoy traduce los escombros de un siglo de silencio
en esplendor de ruinas y un montón de palabras por decir
ahora
a nosotros los de después

Y nos sentimos breves
en la estadía del infinito tiempo
hundiendo nuestros cuerpos
de humildes expectantes
“en lo más genital de lo terrestre”



FEBRERO 2006

jueves, abril 06, 2006

¿Por qué las pasiones tiernas no son estéticas?: Una breve respuesta Schilleriana


“…todo aquello que interesa únicamente a la naturaleza sensible,
es indigna de una representación…”
F. Schiller.

Schiller en su escrito “Sobre lo patético” plantea que la violenta impresión sensible por si sola no tiene cabida en las bellas artes, debido a que son éstas últimas, manifestaciones exclusivas de un estado interior del hombre, que compensan al espíritu y que nada tienen que ver con la mera sensación de agrado o goce, como es el caso de las pasiones tiernas.
Por el contrario, tales pasiones sólo deleitan la sensibilidad exterior del hombre, ya que no requieren de lo suprasensible o lo que es lo mismo, de la fuerza de resistencia moral que surge únicamente de la razón, para el cumplimiento de su objetivo; desvelar una sensibilidad en sí misma. Lo cual las hace no alcanzar la sublimidad requerida para convertirse en manifestaciones estéticas.
Este estado exterior del hombre del cual aquellas pasiones tiernas se encargan, representan un padecimiento equivocado, según este autor, en el cual los sentidos se abandonan al goce, a modo de un completo síntoma de embriagues, que hace que el espíritu y el principio de libertad del hombre se conviertan en presa de una violenta impresión sensible, que conduce al espíritu a permanecer en una insatisfacción que no permite que se desarrollen las fuerzas más nobles de hombre.
El padecimiento, entonces, sólo es estético en tanto contenga una resistencia moral, que es lo que lo convierte en una manifestación sublime. Ya que sin la presencia de lo suprasensible las pasiones tiernas seguirán estando en la esfera de lo vulgar.

domingo, abril 02, 2006

DEL TIEMPO Y NUESTRA MUERTE


A la Historia Universal

Amábamos la distancia
esa precisa medida de la prudencia
por eso nos matábamos
para vivir un rato en otra estela
para desbarrancar la astucia de tus gestos
y los míos
tan llenos de coincidencias y admiraciones
pero a la vez tan distantes
tan adorablemente distantes
que en cada frase dicha
nos consumía el asco del que sabe que sabe

Amábamos la ignorancia
porque cojeaba a nuestra espalda
y se burlaba de nosotros de frente
como la infamia del dios que nos bendice en las sombras
aprovechándose del insoportable miedo a la finitud
La amábamos por lo que ella implicaba:
la angustia de Fausto por la muerte del “pequeño mundo”

Pero reíamos
y del futuro
ese que ahora se nos termina
o así lo queremos
a fin de evitar el desconsuelo de un dolor sin sentido

Se nos acaba el tiempo pero se nos agranda la historia
La bondad se vuelve infinita en nuestros desbarrancados gestos
pero de nada sirve porque ya hemos muerto
y estamos perpetuados en la completud de otra estela
por adorar los saberes sobre la vida
que ahora nos impiden vivir

A IMAGEN Y SEMEJANZA


Para Natalia Figueroa




Te anduve buscando
por las ácidas veredas del tiempo
para luego de ocho años encontrarte y huirte
por temor a confirmarme
en tales parecidos

Fui a buscarte entre los cerros
en las playas y los mapas
pero nunca vi en mi sombra
la posibilidad más cercana
a nuestro encuentro

Hasta hoy mis espacios
se configuran
a imagen y semejanza de los tuyos
y mi tiempo se detiene
esperando un reencuentro sideral
más irreal que tu crónica inocencia
pero no menos doloroso

Sé que cuando oyes tu nombre
en la orilla de tus sueños
aún persiste mi imperiosa imagen
pero la vigilia impone
el cruel engaño de creer
que es otra
de esas tantas semejanzas
que la sangre nos otorga

No eres más que orgullo
desilusionado de mi sombra
que quince confirmaciones esparcidas
sobre veintitrés temblores
la rebeldía veraz
de lo que nunca me atreveré a maldecir