
Por el castigo de lo eterno
Que nos está vedado
Lloro la finitud inmensa
Por las puertas que he cerrado para siempre
En el complejo traicionero de la altura
En la que he podido ser tomada
Como diminuta intrínseca
Pero como ser y materia en el fondo de lo que no es
Por todas esas causas
Que han hecho de los arquetipos mitos
Y de los mitos complejos explicativos
De las causas y los dolores
Por la sombra que se va de lo propio
No teniendo lugar en el firmamento consolante
De los que llamamos débiles
Por el hambre prodigado
En ese terrible acto de lo vivo
Que es el paraíso en la no tan vaga potencia
De la saciedad
Por sentirme víctima de los arrebatos
Que a tu favor no son sin fin
Lloro la finitud inmensa
Ese ostracismo insondable
Que nos huirá de las dimensiones
Que nos está vedado
Lloro la finitud inmensa
Por las puertas que he cerrado para siempre
En el complejo traicionero de la altura
En la que he podido ser tomada
Como diminuta intrínseca
Pero como ser y materia en el fondo de lo que no es
Por todas esas causas
Que han hecho de los arquetipos mitos
Y de los mitos complejos explicativos
De las causas y los dolores
Por la sombra que se va de lo propio
No teniendo lugar en el firmamento consolante
De los que llamamos débiles
Por el hambre prodigado
En ese terrible acto de lo vivo
Que es el paraíso en la no tan vaga potencia
De la saciedad
Por sentirme víctima de los arrebatos
Que a tu favor no son sin fin
Lloro la finitud inmensa
Ese ostracismo insondable
Que nos huirá de las dimensiones
-"cuando el tiempo haya cumplido su estatura"-
Y nos dispondrá “el límite”
Como premio a nuestro infierno de levedad
Como premio a nuestro infierno de levedad
Luego de que tu sombra y la mía se hayan desconocido
En lo perenne de un París sin causas ni arquetipos
En el que no se llora la fatalidad de Irene
Y su escandalosa resignación
En lo perenne de un París sin causas ni arquetipos
En el que no se llora la fatalidad de Irene
Y su escandalosa resignación